Me resisto

Vuelvo a estar aquí, en el mismo lugar, en mis auriculares también suena la misma canción, Someone in the Crowd, de la banda sonora de Lalaland, la misma mesa, el mismo bocadillo, pero esta vez no hay nervios, el destino es común y conocido y al otro lado me espera una buena amiga, un fin de semana de desconexión. Pero vuelvo a estar aquí, donde estaba hace un mes y medio, llena de dudas, nervios e incertidumbres pero con una ilusión gigante de cruzar el muro de los miedos y empezar a cumplir un sueño. Y el sueño se cumplió!

Hoy vuelvo a estar en el aeropuerto, me resisto a pensar que este verano se acaba, estoy en la misma mesa que me acogió un grupo desconocido que viajaba a Birmania e hizo que esas dudas de golpe y porrazo empezaran a exprimirse des del minuto 1 de la aventura, me resisto a pensar que esa magia que empezó el 29 de julio y que duró todo el agosto en Australia, se acaba. 
Ha sido un verano diferente, lleno de alegría y aunque en nuestras manos no hay nada para siempre, me resisto a pensar que hay cosas que tienen final. Por suerte todas las experiencias viven y perduran con uno mismo, las malas dejando cicatrices te hacen cambiar de rumbo y llevándote muy probablemente a otras mucho mejores y así ha sido y así fue. 
Por eso vuelvo a estar aquí, no sé que tienen los aeropuertos, probablemente sea ese punto de encuentro de emociones ganas y recuerdos, si, probablemente sea eso lo que me enganche, puede que si. 
Y esta será la manera de cerrar un verano maravilloso con una amiga de toda la vida, de esas que ves de uvas a peras pero parece que no haya pasado el tiempo, y con ella muy seguramente compartiré la alegría y el cambio de vida que me ha aportado la aventura de este verano. 
Y vuelvo a estar aquí, no dejando marchar nunca la magia y las ganas de nuevas aventuras! El listón está alto, pero me resisto a pensar que que las ganas de nuevas aventuras no lo superarán! 
Y vuelve a sonar otra vez la misma canción, Mai diguis mai a la vida...! 




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