¿Qué es la vida sin objetivos? NADA!!! Y hablando de
fisioterapia…
En esta profesión hay que tener objetivos, metas, ambiciones
y me repito, objetivos, pero sobre todo ilusión. Esta ilusión de la que hablo y
el nivel de implicación que tengas en algo muy probablemente marcará la calidad
de los resultados y no solo de los resultados sino del camino que hay hasta
llegar a estos.
Ganas, empatía, ilusión, constancia, paciencia, alegría,
perseverancia… tenerlo y saberlo transmitir, desde mi punto de vista, la clave,
mi clave!
Desde que soy fisioterapeuta he tenido la gran suerte de
encontrarme con lesiones muy “chulas” digo chulas entre comillas porque para el
paciente de chulas no tienen nada, pero para mi significan un reto, suelen ser
largas, complicadas pero que una vez resueltas la satisfacción que se siente
por parte de ambos tanto el paciente/jugador como la fisioterapeuta es
espectacular. Es algo que cuesta de explicar o transmitir, es algo que para
entenderlo hay que estar cerca, es algo muy grande y es por ello que me dedico
a esta profesión.
A lo que iba, de estos casos tengo ahora alguno que otro por
no decir unos cuantos, pero mientras estoy en proceso de rehabilitación no me
gusta hablar sobre ello, prefiero ir siguiendo el camino y cantar victoria una
vez se recibe el alta, pero si que me gustaría hablar sobre un par de casos que
ya están superados, uno de ellos ha recibido el alta hoy, otro hace unos meses
que la recibió.
Un futbolista y un jugador de baloncesto, un juvenil y un
cadete, dos lesiones, muchos meses de baja, mucho trabajo por delante.
Un futbolista 18 años en el último entreno de la temporada
se rompe el Ligamento Cruzado Anterior (LCA) de la rodilla, un cuerno del
menisco y sufre un importante esguince en el Ligamento Lateral Interno (LLI) de
la rodilla. La famosa triada maldita.
2 meses de pre operatorio día a día, no había ni sábados, ni
domingos, y 6 meses y medio después de la operación y después de seguir
trabajando muy duro día a día, tanto en la rehabilitación, como en la
readaptación en campo, vuelve a jugar sin problema ni dolor alguno y lo que es
más importante vuelve a disfrutar de lo que más le gusta hacer.
Mi primer gran éxito como profesional, no olvidaré nunca su
cara en el primer entrenamiento con el grupo, pero aun menos la que tuvo antes
de salir a jugar su primer partido después de tantos meses de lesión. A día de
hoy, sigue jugando, sin dolor, sin problema alguno, la lesión ya es pasado.
Un jugador de baloncesto 15 años, intervenido por una
importante osteocondritis en el polo inferior de la rotula, una lesión que no
es grave pero es lenta, muy lenta y con un alto porcentaje de recaídas por lo
que hay que llevar mucho cuidado, un año de rehabilitación post quirúrgica con
un montón de limitaciones en cuanto a la flexión de rodilla, un “rollo” para un
jugador de básquet y más con 15 años, que lo que más quieres es jugar. Dos
sesiones semanales durante 11 meses, mucho trabajo planificado para hacer, para
muscular evitando la flexión de rodilla, para no perder trabajo aeróbico, para
dejar que ese cartílago se regenere, y por fin a día de hoy después de 11 meses
de fisioterapia y ni un solo posible síntoma de recaída ya podemos decir que
puede volver a entrenar y a jugar, y que la lesión empieza a ser pasado. Y muy
probablemente no voy a olvidar nunca la cara que tenga el día que juegue su
primer partido o meta su primera canasta con "su nueva rodilla".
Estos son dos de los casos que más me han marcado, pero no
te marca el caso, te marca la persona, porque si algo me gusta de la fisioterapia
es que es una profesión muy personal y que si pones de tu parte y te ganas al
paciente puedes llegar a entablar un vínculo que tanto para el tratamiento como
para el resultado final puede ser muy bueno.
Hasta ahora solo he hablado de deporte y está claro que con
mi historial deportivo la mayoría de casos “chulos” sean de fisioterapia
deportiva, pero también los hay que no vienen por aquí y también son muy
“chulos” pero eso lo dejo para un futuro post, para una futura alegría como la
de hoy.
En definitiva y me repito, objetivos, ambiciones, metas,
constancia, perseverancia, alegría, empatía, ilusión…
Y esta es…
La satisfacción y la
felicidad de una buena recuperación
Para acabar dos cosas, una de mis frases favoritas, y un
anuncio del año 2000 que refleja muy muy muy bien todo esto:
Una gota de agua no agujerea una piedra por su fuerza sino por su constancia
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