Las fases de una lesión... 90% superadísimas!
Durante una lesión, incluya o no operación, hay diferentes fases, y sino las hay, almenos yo las he experimentado. La primera, yo la llamaría como... negación o lamentación de la situación, es entonces cuando tienes dos opciones a escoger, o te recreas en la "putada" que te está pasando, o coges el "toro" por los cuernos y le pones "huevos a la situación".
Por si fuera poco, luego viene la parte donde ya te has operado (dolor a parte) y empieza la recuperación, en esta entran diversos miedos, llegaré a tiempo? podré volver sin dolor? quedaré bien? Volveré al nivel de antes? Y si no, que pasará? Y aunque sabes y debes convencerte de que las respuestas a todas estas preguntas van a ser positivas, aun así, no lo es, con suerte para quien es fuerte estas preguntas pasan de ser miedos a dudas.
Cuando la recuperación va viento en popa y vuelves a nadar 2 meses antes de lo previsto es todo magnífico, perfecto, genial, las primeras brazadas casi son las más gratificantes de tu vida, pero cuando ya has cantado victoria, te das cuenta de que de nadar a entrenar va un largo camino que o tienes paciencia y le pones "cabeza" al asunto, o "cagada la hemos", con perdón.
Y para acabar tenemos la fase en la que se vuelve a entrenar y competir, a esta etapa aun no he llegado, pero creo que será la más bonita de todas. Porque entonces todo lo que consiga, para mi, tendrá el doble de valor. Y creo que no queda mucho...
La readaptación...
Hoy corrí 7 km y nadé 2 km, cómo aun no puedo nadar 9 km, hay que ir complementado con la carrera, que aunque fuera del agua sea bastante "patosa", todo sirve para sufrir un poquito y mantener elevadas las pulsaciones durante un rato, es un buen entrenamiento, mis piernas lo corroboran.
Y así cada día correr-nadar, correr-pesas-nadar... Que el cuerpo no pare!
Y mientras...
Todos sabemos cómo es el deporte y qué comporta cuando no estás arriba, a tu nivel o rindiendo al 100%, y aunque sea por una lesión (que suficientemente duro es para uno mismo) siempre habrá quien deje de darte la palmadita en la espalda, por decirlo de alguna manera suave.
Esto no importa mientras haya gente que siga confiando en ti, (a parte de uno mismo), y como soy una afortunada y así me siento, gracias a la ayuda, a subvenciones y a gente que trabaja para ayudar a los deportistas, he podido trabajar durante el periodo de baja por lesión, he seguido recibiendo becas o ayudas deportivas entre otras muchas cosas que han hecho que pueda seguir, aunque aun no compitiendo, a pie de piscina.
SAE
Hablaba de ayudas, de trabajo, de confianza y de apoyo.
Hace tiempo que quería hacer una mención en este humilde blog a un servicio de la Secretaria General del Esport llamado SAE (Servicio de Atención al Deportista), llevado a cabo por Susana Regüela, Ana Benito y Berta Veiga. http://sae.car.edu
Gracias a este servicio hoy puedo contar con:
Una tutora en la universidad que me ayuda a compaginar mis estudios con mi vida deportiva para que sea posible llevar las dos actividades a la vez.
Un servicio de orientación academica, para saber qué y cómo estudiar para que el día de mañana cuando se acabe la vida deportiva, pueda empezar otro camino con garantias.
Una bolsa trabajo, para los deportistas en activo que no recibimos las suficientes ayudas económicas o que queramos trabajar, para seguir sobreviendo económicamente.
A parte de todo esto el SAE ofrece servicios personalizados, segun la etapa deportiva y las necesidades de cada deportista, como asesoramiento en la búsqueda de trabajo, acompañamiento en el proceso de retirada del deportista y orientación en la formación academica y/o profesional.
Cuando uno está respaldado así da gusto seguir avanzando.
Durante una lesión, incluya o no operación, hay diferentes fases, y sino las hay, almenos yo las he experimentado. La primera, yo la llamaría como... negación o lamentación de la situación, es entonces cuando tienes dos opciones a escoger, o te recreas en la "putada" que te está pasando, o coges el "toro" por los cuernos y le pones "huevos a la situación".
Por si fuera poco, luego viene la parte donde ya te has operado (dolor a parte) y empieza la recuperación, en esta entran diversos miedos, llegaré a tiempo? podré volver sin dolor? quedaré bien? Volveré al nivel de antes? Y si no, que pasará? Y aunque sabes y debes convencerte de que las respuestas a todas estas preguntas van a ser positivas, aun así, no lo es, con suerte para quien es fuerte estas preguntas pasan de ser miedos a dudas.
Cuando la recuperación va viento en popa y vuelves a nadar 2 meses antes de lo previsto es todo magnífico, perfecto, genial, las primeras brazadas casi son las más gratificantes de tu vida, pero cuando ya has cantado victoria, te das cuenta de que de nadar a entrenar va un largo camino que o tienes paciencia y le pones "cabeza" al asunto, o "cagada la hemos", con perdón.
Y para acabar tenemos la fase en la que se vuelve a entrenar y competir, a esta etapa aun no he llegado, pero creo que será la más bonita de todas. Porque entonces todo lo que consiga, para mi, tendrá el doble de valor. Y creo que no queda mucho...
La readaptación...
Hoy corrí 7 km y nadé 2 km, cómo aun no puedo nadar 9 km, hay que ir complementado con la carrera, que aunque fuera del agua sea bastante "patosa", todo sirve para sufrir un poquito y mantener elevadas las pulsaciones durante un rato, es un buen entrenamiento, mis piernas lo corroboran.
Y así cada día correr-nadar, correr-pesas-nadar... Que el cuerpo no pare!
Y mientras...
Todos sabemos cómo es el deporte y qué comporta cuando no estás arriba, a tu nivel o rindiendo al 100%, y aunque sea por una lesión (que suficientemente duro es para uno mismo) siempre habrá quien deje de darte la palmadita en la espalda, por decirlo de alguna manera suave.
Esto no importa mientras haya gente que siga confiando en ti, (a parte de uno mismo), y como soy una afortunada y así me siento, gracias a la ayuda, a subvenciones y a gente que trabaja para ayudar a los deportistas, he podido trabajar durante el periodo de baja por lesión, he seguido recibiendo becas o ayudas deportivas entre otras muchas cosas que han hecho que pueda seguir, aunque aun no compitiendo, a pie de piscina.
SAE
Hablaba de ayudas, de trabajo, de confianza y de apoyo.
Hace tiempo que quería hacer una mención en este humilde blog a un servicio de la Secretaria General del Esport llamado SAE (Servicio de Atención al Deportista), llevado a cabo por Susana Regüela, Ana Benito y Berta Veiga. http://sae.car.edu
Gracias a este servicio hoy puedo contar con:
Una tutora en la universidad que me ayuda a compaginar mis estudios con mi vida deportiva para que sea posible llevar las dos actividades a la vez.
Un servicio de orientación academica, para saber qué y cómo estudiar para que el día de mañana cuando se acabe la vida deportiva, pueda empezar otro camino con garantias.
Una bolsa trabajo, para los deportistas en activo que no recibimos las suficientes ayudas económicas o que queramos trabajar, para seguir sobreviendo económicamente.
A parte de todo esto el SAE ofrece servicios personalizados, segun la etapa deportiva y las necesidades de cada deportista, como asesoramiento en la búsqueda de trabajo, acompañamiento en el proceso de retirada del deportista y orientación en la formación academica y/o profesional.
Cuando uno está respaldado así da gusto seguir avanzando.
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