El poder del NO

Es curioso, solo te recuerdo en momentos de debilidad, siempre te llevo dentro, pero solo te hecho de menos en momentos difíciles, será porque es cuando pierdo mi identidad o cuando busco fuerza para salir a delante. Supongo que es porque has llegado a hacerme sentir especial, porque me has llenado como nada el mundo, o porque has hecho que sea quien soy.
Te recuerdo cada mañana cuando entro en la consulta y me siento en la mesa, a la derecha tengo tres recuerdos tuyos enmarcados como mi mejor tesoro, tres tesoros que cada persona que se estira en la camilla se mira, algunos con admiración otros con sorpresa y otros solo con atención, pero que no dejan indiferente a nadie, y no lo hacen porque no es normal que a alguien como yo le hayas dado tanto y eso me hace diferente, tu me has hecho diferente.
Me dijeron que no valía, que no valía para para ti a los 9 años, a los 12 me dijeron que o crecía o me dedicara al parchís, a los 13 un entrenador me dijo que no volvía a hacer el ridículo por mi culpa en una piscina, luego me revelé y tu hiciste que el NO se volviera en una motivación, se convirtiera en mi gasolina, que los retos pasaran a ser mi mayor ilusión y contigo conocí y llegué a hacer mía la palabra constancia, palabra que hoy me acompaña desde que me levanto hasta que me voy a dormir.
Años más tarde siempre que me han dicho que NO podía hacer algo me he acordado de ti, de todo lo que me has enseñado, de todo los valores que has transmitido, han hecho que cualquier NO fuera una fuente de inspiración. Me dijeron que no se podía estudiar fisioterapia siendo deportista de élite, que tenía que elegir, me dijeron que no sería una buena fisioterapeuta por el tamaño de mis manos y mi estatura y años más tarde trataba la selección australiana de waterpolo masculino, apenas les llegaba por la cintura. Me dijeron que NO llegaría lejos y quien lo dijo aun se acuerda y no porque haya llegado lejos, me queda muchísimo, si no porque a paso de hormiga, hasta ahora he conseguido todo aquello que me he propuesto. 
Esta entrada es para recordarme de donde vengo, es para no olvidarme que me has enseñado y para seguir siendo aquella que daba brazadas cada día s las 6 de la mañana, no las daré, pero si quiero seguir siendo la misma. Para que en los momentos difíciles en la vida, tanto profesional como personal, ese NO siga siendo mi motivación y cada bache sirva para coger impulso.
Tu, ese deporte que tanto me ha dado, desde valores hasta mis mejores amistades... y tanto me ha hecho crecer... hoy... hoy y siempre quiero que siga presente, porque es muy importante saber de donde vienes para saber a donde vas. 
No son resultados, no son medallas, no son éxitos, ni son derrotas, son vivencias, son valores, son momentos muchos de ellos compartidos, es una forma de vida, una manera de darle sentido a todo, de ser diferente! 

Tu que me has hecho grande, tu que me has hecho especial... Hoy des del fondo de la piscina que me ha visto crecer y donde mi mente, después de un día difícil, ha creado estas palabras... Simplemente... gracias!



La gota de agua no agujerea una piedra  por su fuerza si no por su constancia. 

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